jueves, 31 de diciembre de 2015

Carta de AEPA a las nuevas autoridades de INDEC

Córdoba, 31 de diciembre de 2015 Sr. Director Director del INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA Y CENSOS-INDEC Licenciado D. Jorge Alberto TODESCA De mi consideración: En Argentina hay consenso general sobre la necesidad de que el INDEC sea recuperado como fuente oficial de datos confiables, para conocer la realidad demográfica y socioeconómica del país. A lo largo de los años de intervención numerosas instituciones académicas manifestaron su preocupación por la situación de las estadísticas públicas nacionales. Como fuera señalado por el Consejo Académico de Evaluación y Seguimiento de los diversos programas de trabajo del INDEC, “el descrédito sobre las estadísticas se ha dado paralelamente con un deterioro en el funcionamiento del Instituto y con la pérdida de valiosos recursos humanos debido a alejamientos y desplazamientos de carácter involuntario.” Desde la intervención al INDEC en el año 2007, y por mandato expreso de las sucesivas asambleas generales de nuestra institución, que se pronunciaron en forma unánime en defensa de las estadísticas públicas de calidad, la Asociación de Estudios de Población de la Argentina–AEPA, ha venido solicitando a las autoridades nacionales la adopción de distintas medidas, entre ellas la reafirmación del carácter independiente del INDEC, su revalorización técnica y la realización de concursos públicos para cubrir cargos jerárquicos y profesionales. Es así que, luego de casi nueve años de falta de credibilidad de las estadísticas públicas nacionales, los miembros de la AEPA y aquellos que conformamos actualmente su Comisión Directiva, nos congratulamos por su designación al frente del Instituto y por el anuncio de sus primeras medidas tendientes a alcanzar la normalización de INDEC. Contando entre sus miembros con reconocidos profesionales y técnicos de larga trayectoria en la producción de estadísticas oficiales en los diferentes ámbitos nacionales y provinciales y con investigadores y docentes que, en diversos medios académicos, son usuarios calificados de las mismas, la CD de la AEPA, en representación de sus asociados, desea poner a su disposición nuestros conocimientos técnicos, nuestra buena voluntad y colaboración en la difícil y fundamental misión que acaba de emprender. Agradeciendo su atención lo saluda atentamente, Dra. Mónica Ghirardi Presidente de AEPA

lunes, 21 de diciembre de 2015

Columna solicitada por el Diario Los Andes, 20-12-2015

Columna solicitada por el DIARIO LOS ANDES Los temas planteados para el diálogo son por cierto muy amplios. Empezando por el escenario laboral puede decirse que el mismo depende ante todo de que el nuevo gobierno logre transformar la actual situación de estancamiento, que lleva varios años, en una en la que Argentina pueda recuperar el sendero de la inversión productiva y, por ende, del crecimiento económico. De lo contrario la nula creación de empleo (excepto el estatal y el cuentapropismo, según se deriva de los datos oficiales disponibles) se puede tornar más temprano que tarde en un círculo vicioso en materia económica y social. Claro que la necesaria recuperación del crecimiento económico no es suficiente, por ejemplo, para que los nuevos puestos de trabajo que se demanden sean de buena calidad en el sentido en que lo sugiere la OIT. Para eso deben preservarse las buenas normas vigentes de lucha contra el trabajo precario (“en negro”) y, en particular, en la necesaria restructuración de la política impositiva, debe incluirse el conjunto de mecanismos que desaliente de manera efectiva la ilicitud en la actividad económica y, por tanto, vaya acotando cada vez más el empleo asalariado irregular. Es verdad que parte de las afirmaciones que en los últimos años se han podido realizar acerca de la situación y las perspectivas (no sólo económicas) tienen carácter aproximado debido a la carencia de estadísticas públicas confiables desde hace ya casi una década. Es esta una situación que, a mi juicio, la sociedad no ha tomado adecuadamente en cuenta y, por tanto, no se ha calibrado la profundidad del deterioro. Esto ha ido de la mano del éxito que el gobierno recientemente concluido tuvo para describir una situación poco conectada con la realidad. En efecto, mientras nos entreteníamos en relación con las expresiones que, por caso, el Jefe de Gabinete formulaba en contra de aquellos núcleos académicos que intentaban cubrir el bache informativo oficial sobre variables relevantes (como la evolución del empleo o los niveles que alcanzaba la pobreza o la indigencia), no poníamos el foco en los millones de argentinos que se vienen “alejando” del mercado de trabajo o en el hecho de que -como en otros momentos del pasado- el autoempleo parece ser el modo en que se compensa la falta de demanda de trabajo asalariado. Distinto era, por ejemplo, en 2002 cuando el INDEC informaba que la pobreza había alcanzado a la mitad de la población y esa información se tornaba en un elemento constitutivo de la mirada y de la toma de decisiones de los actores sociales y políticos. En ese sentido, es de desear que las nuevas autoridades del organismo rector de las estadísticas públicas tengan éxito en la tarea de reconstrucción de los datos imprescindibles y de las buenas prácticas y técnicas adecuadas para su obtención. Desafortunadamente no creo que ello se logre en un plazo breve. Al final del camino es posible que debamos lidiar con un hueco estadístico de casi una década el que no habrá de ser llenado con la información correcta por razones legales, según lo expresaron las autoridades designadas en INDEC. Es probable que el desafío pueda ser tomado (o continuado) por organismos académicos, deseablemente la Universidad Pública, que construya, elabore y proporcione -por fuera del Sistema Estadístico oficial- información alternativa que sirva para medir de manera más certera este largo decenio posterior a la crisis de 2001. Son dos tareas: la reconstrucción del organismo rector (INDEC) y la producción de series alternativas del período reciente que sirvan de base para los estudiosos pero de manera especial para las fuerzas sociales y políticas, en particular para quienes deben tomar decisiones a nivel político en condiciones por demás desventajosas. En estas condiciones, hay dos cuestiones a abordar que se relacionan con los efectos inflacionarios en parte asociados con los subsidios a un sector de la población que utiliza servicios públicos con bajas tarifas. Es cierto que ello ocurre en gran medida en el área metropolitana no así en el conjunto del país. También lo es que el gobierno anterior abandonó la idea de la “sintonía fina”, que no era otra cosa que realizar un ajuste fiscal sólo que encubierto con ese nombre. Las autoridades actuales, llamativamente, utilizan similares argumentos a los utilizados en 2011 por el gobierno previo: está bien proporcionar ayuda fiscal a aquellos sectores que efectivamente lo necesitan; es injusto dar servicios baratos a familias con ingresos medio-altos, etc. Dichos argumentos nos llevan (tanto en 2011 como ahora) a otra discusión: esta mirada aplicada a la formulación de políticas públicas (sean de naturaleza estrictamente económica o de carácter social) nos evoca ciertos argumentos que eran definidos como propios del neoliberalismo: “es menester identificar a quienes merecen y deben ser alcanzados por tales intervenciones estatales”. Quizás la discusión al respecto deba en algún momento llevarse al terreno de la distribución del ingreso y no sólo al de su redistribución. Esto es, el reparto primario de la riqueza generada. Pero no hay dudas que eso puede ocurrir a partir de un profundo debate político, económico y social, en cuyo marco se pueda identificar un sendero necesario para alcanzar ciertas metas en las que deben coincidir tanto empresarios como trabajadores como, de modo indudable, el propio Estado. Para esto último el saneamiento fiscal es tan importante como poco imaginable de concretar de manera precipitada. Pero es el camino imprescindible. Debe notarse que Argentina es un país que tiene una productividad media comparativamente baja lo que dificulta su inserción internacional y, al mismo tiempo, esa realidad tiende a ser utilizada como factor explicativo de niveles salariales refrenados. Si en los noventa la discusión sobre la productividad quiso ser un instrumento para contener el ingreso asalariado en la actualidad debería ser el camino para apuntar a un doble propósito: el de dar un salto en la capacidad productiva del país y, también, el de mejorar la distribución del ingreso entre el capital y el trabajo. Claro que en la actualidad es menos sencillo hacerlo que una década atrás cuando los hados estaban con nosotros. Pero no es menos vital e impostergable.

sábado, 19 de diciembre de 2015

Reportaje de Damián Toschi, Radio UNLP, 19-12-2015

Reportaje de Damian Toschi, Derecho de autor, Radio UNLP, AM 1390
El tema es la devaluación y su significado e impactos previsibles



sábado, 12 de diciembre de 2015

Separando la paja del trigo. Dolar futuro, INDEC, Asignación Universal

Este fin de año tiene muchos elementos de interés (además del calor agobiante que a muchos nos ha dejado sin energía eléctrica, sin ascensor y sin agua).
De toda la maraña extraigo apenas un aspecto.
Este año se autorizaron operaciones en divisas para ahorro por unos cuatro mil millones de dólares. Otro tanto por compras en el exterior con tarjeta de crédito. Se supone que eso ha beneficiado a los sectories medios o medio-altos.
Pero en el último bimestre la cúpula renunciante del Banco Central vendió mediante un seguro de cambio (dolar futuro) a bancos y a través de ellos a grupos económicos de muy alto poder alrededor de 18 mil millones de dólares.
Esaoperatoria fue suspendida en las semanas últimas a raíz de la presión resultante de la denuncia penal que interpuso un equipo integrado por Alfonso Prat Gay por estafa al fisco en razón de habervendido dolares a febrero o marzo a 10,70 por dolar cuando en la plaza de Nueva York u otras ya se cotizaba a 15. De modo que ese seguro del BCRA implica que si el precio oficial del dólar al fin del verano fuese de ese valor, 15 pesos por dolar, el Banco es decir el país debe emitir unos cuatro pesos por cada dolar futuro esto es unos 70 mil millones de pesos o más.
Además de ser una estafa, de ser una inmoralidad, de ser un negocio más regalado a los grandes capitales es todo eso pero hecho en nombre de una revolución de pacotilla, envuelto en halo  de hazaña o de épica ya no progresista sino cuasi revolucionaria.
Emitir esa cantidad de pesos para cumplir con el seguro pactado por el BCRA a sabiendas de la irregularidad sería una bomba que explotaría al inicio de un eventual proceso de contención de las presiones inflacionarias.
Y en prevención de ello el actual gobierno, que supuestamente representa al círculo rojo que sería promercado o lisa y llanamente de derecha se ha parado frente a los banqueros para decirles "esto no lo podemos pagar de ninguna manera"
De manera frente al aparente revolucionarismo saliente aparece un supuesto derechismo que quiere evitar los nefastos efectos que deja la pesada herencia.
Lo terrible, además, es que losdatos de contexto no se tienen porque destruyeron el INDEC. Y los datos de la administración y de los organismos estatales o paraestatales que manejaba la gestión anterior no sólo no eran informados en tiempo y forma sino que tampoco  han quedado debidamente asentados en la transición, en la medida en que tal transición fue cualquier cosa menos eso. una transición. Así como se mintió durante nueve años con el Indice de Precios, se mintió con la pobreza hasta quedecidieron no publicar más los datos irrisorios que se elaboraban, se inventó una nueva serie de creación de riqueza (PBI) que no superó la manipulación precedente, así como se hizo todo esto también se intentó ocultar la información pertinente o, al menos, oscurecerla de modo de dificultar el conocimiento de los datosde la realidad.
La pregunta que surge claramente es: cuál puede ser la razón para que un gobierno que se caracterizaba a sí mismo como progresista, como nacional y popular, hasta de revolucionario, necesitó ejercer su poder de esta manera tan particular entronizando la mentira, negando el acceso a la información hasta último momento y sembrando el futuro inmediato de los argentinos de tamaños obstáculos? Si se regalaron tan displicentemente fondos por un equivalente a dos años o más de la Asignación Universal por Hijo habrá sido en beneficio del pueblo?

lunes, 7 de diciembre de 2015

"QUE SEA UNA FIESTA DE LA DEMOCRACIA"

LLAMAMIENTO DEL CLUB POLÍTICO ARGENTINO:
"QUE SEA UNA FIESTA DE LA DEMOCRACIA"

Porque tenemos memoria, todos los argentinos festejaremos la asunción de un nuevo presidente en democracia, sin interrupción desde 1983. Celebraremos que asuman los representantes que cada uno eligió, en mayoría o en minoría, en todo el país. Deseamos una plena convivencia social, que respete nuestras diversas ideas políticas y nuestras elecciones de vida, hasta las más cotidianas. 

Hacemos un llamamiento a que tengamos la grandeza y la inteligencia de iniciar esta etapa en paz y en armonía, más allá de nuestras posiciones. Compartirán igual orgullo democrático quienes, por voluntad ciudadana, construyeron nuestra historia y transmiten el gobierno, como quienes, también por mandato popular, deberán ejercer el gobierno y transmitirlo, en futuras alternancias. 

Apelamos especialmente al sentido de la responsabilidad del gobierno saliente y a la convicción de dirigentes políticos del Partido Justicialista para que predomine la sensatez y el compromiso con la democracia por sobre todo otro sentimiento o conveniencia. 

El traspaso de mando es una fiesta de todos, es una navidad de la democracia. Instamos a deponer toda rencilla, toda pequeñez, para que sea un ejemplo de convivencia social y madurez política, el festejo democrático profundo que todos merecemos. 


Comisión Directiva
Club Político Argentino